IMAGINAD CUANTO QUERÁIS. NADIE PODRÁ DECIROS BASTA.

lunes, 8 de octubre de 2012

TREBEJOS INTERNOS


Protegiste la piedra. Ésa es tu ofrenda.
Te devuelvo ese gesto y se estremecen
mis ojos que sonríen ya sin venda
mis sueños que te cantan y te mecen.

Retorna la lucha en la que perecen
estos mágicos mundos que dan rienda
a la sagrada mezcla que enaltece
la pura y misma vida y no merece
que no mires, que la olvides, que la ofendas.
Dentro de ti se libra la contienda.

jueves, 4 de octubre de 2012

¿SIENTES?

Cristaliza en mi cerebro el concepto
cuando el árueo segmento conecta
entramados eléctricos con néctar
unos y ceros formando un precepto.

Y las nubes se crean para el viaje
la mirada del otro nos importa
son Dios o, tal vez, el que la luz porta
con ciento ochenta grados de viraje.

Espejos reflejados infinitos
tú que lees mis versos y te siento
tú que me ves mirando al firmamento
cuando las estrellas nos cuentan mitos.

Sagrada amalgama de eternidades
no importa que estés lejos de mi lado
vienes cada noche en un caballo alado
me abrazas y me quitas soledades.

martes, 2 de octubre de 2012

EN EL TABLERO


Armados se disponen los trebejos
ala-armados y de frente se defienden
atacan, huyen, saquean, se encienden
dos corazones que no laten lejos.

Raudo como la cría del conejo
vira el destino y ya no hay quien lo enmiende
o tal vez sí, ahí radica el duende:
todo vuelve de nuevo a ser reflejo.

Los blancos y negros y el gris entramado
dan forma a la misma vida latiente
Tic, tac, ochos con ochos conectados

dibujando textos donde me sientes.
La batalla comienza cada luna
y, cada vez, sesenta y cuatro son una.

martes, 18 de septiembre de 2012

ACROSTIQUEANDO: DESDE 26/06/12 A HOY

Paseo por mis rincones
desnuda, libre y confiada,
son hogar, calor, posada,
me dan su luz y sus dones:
libros, la paz, las canciones,
la divina proporción,
la belleza del amor,
los ciclos, el ayer y el mañana
y encontrar en ti las ganas
de paliar este dolor.

martes, 11 de septiembre de 2012

ROMASED



Resurge el sueño cíclico e inventado.

domingo, 9 de septiembre de 2012

BIBLIOTECAS BORGIANAS

Los libros restan a la vida miedo
nos abren las puertas que tienen llave
nos regalan cuentos, códigos, claves
conceden el viento, la lluvia, el fuego,

la tierra que pisas, siglos enteros,
la luz del íbero, el griego, el romano
pentágonos que dibujan tus manos
y manos que en el cinco ven el cero.

Soy todas esas historias que leo
guerrero que sueña, dama valiente,
libélula vaga de un vago amor.

Tengo muchos ojos por los que veo
pájaro que vuela, estatua que siente...
Miles de ocelos que restan temor.

martes, 4 de septiembre de 2012

¿MIEDO?

Cuando el miedo viene a verme y estoy sola,
impaciente, orgullosa, fría y terca,
alejo todo lo que quiero cerca,
y el mundo me asusta, me traga la ola.

Mi esperanza olvida salir y se ahoga,
mi alma indomable queda descubierta.
Brilla una luz, pues aún no estoy muerta.
Mañana nunca es. Resplandece ahora.


viernes, 31 de agosto de 2012

EN UN ABRAZO DE LA RAZÓN

La Lluvia y la Tierra son mis hermanas
fuegos y vientos me habitan dentro.
Completo el pentágono; y en su centro
se encuentra el aleph, el todo que mana.

Siempre me llevaron mejor al mañana
las emociones que los pensamientos.
Yo siento, luego existo; y no lamento
sentir sin traba este amor que me sana.

Disfruto la eternidad del instante,
hasta volver al punto, al sagrado origen.
Volveré a la esfera, al fin, la partida.

Mientras...caminaré sientepensante,
tengo la memoria, y un futuro virgen.
Sintiendo me acerco más a la vida.

domingo, 26 de agosto de 2012

IMPACIENTE, del latín im-patiens, que no sufre.

"No sabes nada", Jon Nieve.
Encendiste la llama y ahora callas.
Ya no me ofreces lo que el fuego tiene.
Blanca y negra construyes tu muralla.
"Se acerca el invierno". La noche viene.
"El miedo hiere más que las espadas".

miércoles, 22 de agosto de 2012

SINCERA MENTE

Una ofrenda trajiste a mi costado.
Era de luz y ámbar. Ríe en su vuelo.
Y brilló en mí un universo cerrado.
De nuevo la gravedad. De nuevo
el campo magnético hace temblar
cada fibra de mi cuerpo ensangrentado.
Todo en mí despierta si tú estás cerca.
Ambiciono, de este mundo, tus manos,
anhelo tu contacto gota a gota,
abriendo cada una de mis puertas,
recogiendo la miel que les regalo.

viernes, 10 de agosto de 2012

EL LIBRO DE LOS SERES IMAGINARIOS

UN REY DE FUEGO Y SU CABALLO

Heráclito enseñó que el elemento primordial era el fuego, pero ello no equivale a imaginar seres hechos de fuego, seres labrados en la momentánea y cambiante sustancia de las llamas. Esta casi imposible concepción la intentó William Morris, en el relato El Anillo dado a Venus del ciclo El Paraíso Terrenal (1868-70). Dicen así los versos:

El Señor de aquellos demonios era un gran rey, coronado y cetrado. Como una llama blanca resplandecía su rostro, perfilado como un rostro de piedra; pero era un fuego que se transformaba y no carne, y lo surcaba el deseo, el odio y el terror. Su cabalgadura era prodigiosa; no era caballo ni dragón ni hipogrifo; se parecía y no se parecía a esas bestias, y cambiaba como las figuras de un sueño.

Tal vez en lo anterior hay algún influjo de la deliberadamente ambigua personificación de la Muerte en el Paraíso Perdido (II, 666-73). Lo que parece la cabeza lleva corona y el cuerpo se confunde con la sombra que proyecta a su alrededor.
EL GRAN BORGES


martes, 7 de agosto de 2012

SIGNIFICADO DE EPISTEMOLOGÍA

La epistemología (del griego ἐπιστήμη (episteme), "conocimiento", y λόγος (logos), "estudio") es la rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento.
ROMA Y ROMUH (dos ciudades muuuy interesantes)

lunes, 6 de agosto de 2012

EN TU HONOR, CHAVELITA (ISABEL)

México sonaba a mágico
                      CHAVELA (con v)

domingo, 5 de agosto de 2012

UN SABIO

COMO ÁRBOLES
Quién hubiera dicho
que estos poemas de otros
iban a ser
míos

después de todo hay hombres que no fui
y sin embargo quise ser
si no por una vida al menos por un rato
o por un parpadeo

en cambio hay hombres que fui
y ya no soy ni puedo ser
y esto no siempre es un avance
a veces es una tristeza

hay deseos profundos y nonatos
que prolongué como coordenadas
hay fantasías que me prometi
y desgraciadamente no he cumplido
y otras que me cumplí sin prometérmelas

hay rostros de verdad
que alumbraron mis fábulas
rostros que no vi más pero siguieron
vigilándome desde
la letra en que los puse

hay fantasmas de carne otros de hueso
también hay los de lumbre y corazón
o sea cuerpos en pena almas en júbilo
que vi o toqué o simplemente puse
a secar
a vivir
a gozar
a morirse
pero además está lo qe advertí de lejos

yo también escuché una paloma
que era de otros diluvios
yo tambén destrocé un paraíso
que era de otras infancias
yo también gemí un sueño
que era de otros amores

asi pues
desde este misterioso confín de la existencia
los otros me ampararon como árboles
con nidos o sin nidos
poco importa
no me dieron envidia sino frutos

esos otros están
aqui

sus poemas
son mentiras de a puño
son verdades piadosas

están aqui
rodeándome
juzgandome
con las pobres palabras que les di

hombres que miran tierra y cielo
a través de la niebla
o sin sus anteojos
también a mí me miran
con la pobre mirada que les di

son otros que están fuera de mi reino
claro
pero además
estoy en ellos

a veces tienen lo que nunca tuve
a veces aman lo que quise amar
a veces odian lo que estoy odiando

de pronto me parecen lejanos
tan remotos
que me dan vértigo y melancolía
y los veo minados por un duelo sin llanto
y otras veces en cambio
los presiento tan cerca
que miro por sus ojos
y toco por sus manos
y cuando odian me alegro de su rencor
y cuando aman me arrimo a su alegría

quién hubiera dicho
que estos poemas míos
iban a ser
de otros.

Mario Benedetti



lunes, 30 de julio de 2012

QUERIDO 27

RETORNOS DEL AMOR EN UNA NOCHE DE VERANO
A tientas el amor, a ciegas en lo oscuro
tal vez entre las ramas, madura, alguna estrella,
vuelvo a sentirlo, vuelvo,
mojado de la escarcha caliente de la noche,
contra el hoyo de mentas tronchadas y tomillos.

Es él, único, sólo, lo mismo que mi mano
la piel desparramada de mi cuerpo, la sombra
de mi recién salido corazón, los umbrosos
centros más subterráneos de mi ser lo querían.

Vuelve único, vuelve
como forma tocada nada más, como llena
palpitación tendida cubierta de cabellos,
como sangre enredada en mi sangre, un latido
dentro de otro latido solamente.

Más las palabras, ¿dónde?
Las palabras no llegan. No tuvieron espacio
en aquel agostado nocturno, no tuvieron
ese mínimo aire que media entre dos bocas
antes de reducirse a un clavel silencioso.

Pero un aroma oculto se desliza , resbala,
me quema un desvelado olor a oscura orilla.
Alguien está prendiendo por la yerba un murmullo.
Es que siempre en la noche del amor pasa un río.

ALBERTI

viernes, 27 de julio de 2012

OSCURO Y CALÓ

REYERTA

A Rafael Méndez

En la mitad del barranco
las navajas de Albacete
bellas de sangre contraria,
relucen como los peces.
Una dura luz de naipe
recorta en el agrio verde
caballos enfurecidos
y perfiles de jinetes.
En la copa de un olivo
lloran dos viejas mujeres.
El toro de la reyerta
se sube por las paredes.
Ángeles negros traían
pañuelos y agua de nieve.
Ángeles con grandes alas
de navajas de Albacete.
Juan Antonio el de Montilla
rueda muerto la pendiente,
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en las sienes.
Ahora monta cruz de fuego,
carretera de la muerte.
*
El juez, con guardia civil,
por los olivares viene.
Sangre resbalada gime
muda canción de serpiente.
Señores guardias civiles: aquí
pasó lo de siempre.
Han muerto cuatro romanos
y cinco cartagineses.

*
La tarde loca de higueras
y de rumores calientes
cae desmayada en los muslos
heridos de los jinetes.
Y ángeles negros volaban
por el aire del poniente.
Ángeles de largas trenzas
y corazones de aceite.

FEDERICO GARCÍA LORCA


martes, 24 de julio de 2012

LA LIBÉLULA VAGA DE UNA VAGA ILUSIÓN (Rubén Darío)


DRAGONFLY
Sin leña que arda, el fuego se detiene,
la esperanza regresa a la ceniza
y al aire que la mece y que la cuida,
sin esperas, sin dolor, sin vaivenes.

Resurgiré de mi misma... Y así siempre,
libre ya de sentirme advenediza,
libélula alada, resbaladiza,
para que el vuelo, de veras, me sosiege.

Voy más allá de estas cuatro paredes,
aleteo allí donde nada me duele,
fuera de mi misma, lejos de mí.

Allí, donde tampoco estás tú, allí.
Tú, Pegaso; yo, Ave Fénix que vuelve
a su mundo sacro, lejos de ti.

LIBÉLULA

miércoles, 18 de julio de 2012

EN EL MIRADOR


Puertas sacras, camino a la vida,
Dan al origen: al aleph borgiano.

miércoles, 11 de julio de 2012

GANAS DE VOLAR


Si te digo que te quiero será grave
pero si tú quieres oirlo es agudo.
¿Palabras altas o silencio mudo?
¿Mejor callar...o decir? ¡Quién sabe!

Diga o calle esto que siento no me cabe
dentro del alma y se me sale
a borbotones por la risa, por la vida.

Que coda noche recoges y recitas
los salmos que me colman, y me agitan
los sones que me dan alas de ave.

domingo, 8 de julio de 2012

OTREDAD

Mis alas son tus salas.
Mis salas son tus alas.

viernes, 6 de julio de 2012

CÁLIZ, CONSAGRADOR DE VINO

Abre sus mundos. Un cáliz la colma.
La libertad se alza, tú le diste alas,
las vides ciñen su belleza clara,
y el jugo de la vida le da forma.

Todo ha germinado. Nada es desierto.
Viniste a darme alas. Alas tengo.

jueves, 5 de julio de 2012

EN EL VÍNCULO

Júpiter, Venus y el Sol
nos incluyen en su juego.
Marte, Neptuno, el Amor
se unen para (almaganar) amalgamar
Tierra, Aire, Agua y Fuego.

martes, 3 de julio de 2012

RIDICULECES

CARTA DE AMOR de JULIO CORTÁZAR

FERNANDO PESSOA, ENTRE OTROS

Todas las cartas de amor son
ridículas.

No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.

En mis tiempos también escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Cuando hay amor, las cartas de amor
tienen que ser
ridículas.

Y es que, en fin,
sólo las criaturas que no han escrito jamás
cartas de amor
son las que son
ridículas.

La verdad es que hoy
mis recuerdos de aquellas cartas de amor
son los que son
ridículos

(todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)
...

En su lengua original:

Todas as cartas de amor são
Ridículas.

Não seriam cartas de amor se não fossem
Ridículas.

Também escrevi em meu tempo cartas de amor,
Como as outras,
Ridículas.

As cartas de amor, se há amor,
Têm de ser
Ridículas.

Mas, afinal,
Só as criaturas que nunca escreveram

Cartas de amor
É que são
Ridículas.

Quem me dera no tempo em que escrevia
Sem dar por isso
Cartas de amor
Ridículas.

A verdade é que hoje
As minhas memórias
Dessas cartas de amor
É que são
Ridículas.

(Todas as palavras esdrúxulas,
Como os sentimentos esdrúxulos,
São naturalmente
Ridículas.)

FERNANDO PESSOA

LE LETTERE D´AMORE




viernes, 29 de junio de 2012

EL PARAÍSO LITERAL

Brilla sin anunciarse.
Apenas hace falta alzar la vista.
Es un ofrecimiento
que la vida nos hace silenciosa
esperando que sean dignos ojos
y digna la alegría.

Sencillamente azul dentro del pecho:
qué dicha haber llegado
al lugar donde estaba.
Hoy quisiera
no añadir una coma
al cielo literal de cada día.

ANDRÉS NEUMAN

martes, 26 de junio de 2012

SE ABRE LA FLOR


Se abre la flor ante tus ojos
porque tú sabes mirarla.

Y es magia.

¿Quién lo explica?
Nadie.
Ni Ulises ni Nadie.

La flor arraiga.

sábado, 16 de junio de 2012

"ERE"

Encontrarte y saber que eres cierto,
entramados alados los textos,
mi madeja te va dibujando:
"Yo lo que amaba era un pájaro"
galopando en la rosa del viento,
un dragón, un guerrero luchando
por sentir esta luz que yo siento.

INSTANTES QUE SE FUERON, INSTANTES QUE VENDRÁN

En invierno tendré el calor de tus pies,
cuerpo a cuerpo, primavera a primavera.
Tus manos vendrán a hacerme eterna,
rebosantes de vida, manos que tocan la tierra.
Tendré tu historia entre mis libros,
en mi piel, tus manos de guerras,
manos que dejaron mudas las fronteras.

domingo, 10 de junio de 2012

BORGES

EL ADIVINO
En Sumatra, alguien quiere doctorarse de adivino. El brujo examinador le pregunta si será reprobado o si pasará. El candidato responde que será reprobado…
ADIVINO

IDEAL

Nos queda el idealismo, Quijotes...

martes, 22 de mayo de 2012

CICLOS, REDES, VÍNCULOS


ARTE POÉTICA

Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche , que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor, y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.

JORGE LUIS BORGES, el grande.

Mímesis

lunes, 14 de mayo de 2012

ECOPOEMAS de NICANOR PARRA

dice compañero léase ecompañero
.." ..compromiso ..".... ecompromiso
.." ..constitución
hay que luchar x una econstitución

Como su nombre lo indica
el Capitalismo está condenado
a la pena capital:
crímenes ecológicos imperdonables
y el socialismo burrocrático
no lo hace nada de peor tampoco

domingo, 6 de mayo de 2012

AMORNTICISMO

Omar armó un ramo por amor a una mora en Roma.

miércoles, 25 de abril de 2012

Y LLEGÓ LA PRIMAVERA

 Esto no se para...Esto nos separa

lunes, 9 de abril de 2012

RAFAEL ALBERTI

CAMPO DE BATALLA
Nace en las ingles un calor callado,
como un rumor de espuma silencioso.
Su dura mimbre el tulipán precioso
dobla sin agua, vivo y agotado.

Crece en la sangre un desasosegado,
urgente pensamiento belicoso.
La exhausta flor perdida en su reposo
rompe su sueño en la raíz mojado.

Salta la tierra y de su entraña pierde
savia, veneno y alameda verde.
Palpita, cruje, azota, empuja, estalla.

La vida hiende vida en plena vida.
Y aunque la muerte gane la partida,
todo es un campo alegre de batalla.

lunes, 2 de abril de 2012

AHORA...LUEGO


KHALIL GIBRAN , DE LA MUERTE
Entonces Almitra habló, diciendo: Nos gustaría preguntarte acerca de la muerte.
Y él dijo:
Querríais conocer el secreto de la muerte.
¿Pero como podríais descubrirlo si no lo buscáis en el corazón de la vida?
La lechuza, cuyos ojos, hechos para la noche, están velados para el día, no puede descubrir el misterio de la luz.

Si queréis realmente contemplar el espíritu de la muerte, abrid de par en par las puertas de vuestro corazón al cuerpo de la vida.
Pues la vida y la muerte son una misma cosa, como el río y el mar son una misma cosa.
En la profundidad de vuestras esperanzas y aspiraciones duerme vuestro silencioso conocimiento del más allá.
Y como semillas soñando bajo la nieve, así vuestro corazón sueña con la primavera.

Confiad en los sueños, pues en ellos se ocultan las puertas de la eternidad.
Vuestro temor de la muerte es semejante al temor de los pastores cuando se encuentran delante del rey, y este último extiende la mano en señal de agasajo.

¿No se regocija el pastor, a pesar de su temor, de recibir el agasajo del rey?
Sin embargo, ¿no está él más atento a su temor que a la distinción recibida?

Por lo tanto, ¿qué es morir sino exponerse, desnudo, a los vientos y a disolverse en el sol?
¿Y qué es cesar de respirar sino liberar al aliento de sus mares agitados, a fin de que se levante y se expanda y busque a Dios libremente?

Y...


lunes, 26 de marzo de 2012

DON PABLO

ARTE MAGNÉTICA
De tanto amar y andar salen los libros.
Y si no tienen besos o regiones
y si no tienen hombre a manos llenas,
si no tienen mujer en cada gota,
hambre, deseo, cólera, caminos,
no sirven para escudo ni campana:
están sin ojos y no podrán abrirlos,
tendrán la boca muerta del precepto.

Amé las genitales enramadas
y entre sangre y amor cavé mis versos,
en tierra dura establecí una rosa
disputada entre el fuego y el rocío.

Por eso pude caminar cantando.

sábado, 4 de febrero de 2012

¡AY! INSISTO: SOÑEMOS DESPIERTOS Y JUNTOS ;)

“Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”
MARIO BENEDETTI

lunes, 23 de enero de 2012

MAR




 Antes que el sueño (o el terror) tejiera
mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, el siempre mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira lo ve por vez primera,

siempre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.

Jorge Luis Borges

domingo, 22 de enero de 2012

En un dilema masculino

¿QUIÉN TE CREES QUE ERES, VISKOVITZ? – ALESSANDRO BOFFA


«¿Quién soy yo?», me preguntaba. Como no encontraba la respuesta, le pregunté a mi padre.

-Depende del contexto -me explicó-. Nosotros los camaleones somos como la pausa entre dos palabras.

-Y... ¿nuestra personalidad?

-¿Para qué quieres una personalidad, hijo mío, cuando las puedes tener todas?

¿De qué te sirve ser tú mismo cuando puedes seducir a saurias fantásticas, obtener buenas notas en el colegio y hacer huir a tus adversarios simplemente diciendo que eres otro? Toma ejemplo de mí, que hoy soy tu padre y mañana quién sabe.

Era siempre la misma historia. Bastaba con remezclar los colores e hinchar un poco los divertículos pulmonares para adoptar el aspecto que quisieses; de manera que no podías fiarte de nadie, ni siquiera de los parientes. No era una casualidad que en mi familia tuviésemos todos el nombre encerrado entre signos de interrogación. Yo, sin ir más lejos, me llamaba ¿Viskovitz?

-Ya no sé qué pensar ni en qué creer, papá, estoy confuso...

-Bravo, hijo mío, si estás confuso ya eres un camaleón como se debe. Y ahora date prisa, es hora de ir al colegio.

-¿Al colegio? ¿Y para qué demonios voy a ir?

-Aprendes a tener a raya esa lenguaza, a no adherírmela a la frente.

-Papá, sabes perfectamente que para el dominio de la lengua vale más un buen beso que mil horas de clase.

-No quiero oírte hablar de besos, Visko. Sabes que son peligrosos, que ligan. Con las hembras es mejor no enviscarse.

-Ah, qué bien, ¿y si estás enamorado?

-Bueno, entonces tienes problemas, hijo. No hay peor desgracia para un camaleón.

-¿Te ha pasado alguna vez?

Pensativo, levantó un ojo articulado hacia la cresta terminal.

-Sí, yo también me enamoré una vez. Pero nunca llegué a comprender de quién.

Nunca conseguía distinguirla del fondo; entonces me ponía celosísimo. Si alguien rozaba una rama, yo pensaba que le estaba acariciando la cola prensil; si chupaba rocío de una hoja, creía que le estaba lamiendo una oreja. Si me dedicaba a hacer valoraciones sobre el paisaje... Bueno, entonces creía ver los peores sobrentendidos. Por suerte el amor es un fenómeno térmico, ¿sabes, Visko?, y nosotros, los animales de sangre fría, sólo tenemos que preocuparnos entre las once de la mañana y las dos de la tarde...

Tenía más que suficiente del cinismo de aquel saurio; además, quién sabe si era realmente mi padre. Me despedí y bajé por una raíz colgante, pero en cuanto alcancé el estrato arbustivo, me escabullí entre las selagineláceas y las zingiberáceas.

Continué más allá del estanque de los nenúfares, hasta llegar al árbol de la camaleona a la que amaba. Cautelosamente agazapado, muy despacio, trepé por el tronco de una caulífera, cuidando meticulosamente la mimesis para que no me descubriera, y luego me dediqué a gozar de su visión. ¡Ella sí era visible! Estaba mirándose en el espejo del agua acumulada en la concavidad de la hoja de una epífita y, canturreando, se desnudaba, desprendiéndose de la piel en un lento striptease, mientras su cuerpo, en lugar de mimetizarse, inventaba fantásticos colores. Oculto tras una orquídea saprofita, apunté y la alcancé con un beso furtivo. Me pregunté si sería el único que lo estaba haciendo. Después extendí la lengua, esperando tímidamente que se recostara en ella.

-¿Quién anda ahí? -gritó. Quizás había hecho ruido.

-¿Visko? -confesé, pasando por alto el «vitz». Porque si pronunciabas letras como

«T», «L», «D», «N» o «Z» con la garganta seca, corrías siempre el riesgo de que la lengua pegajosa se te quedase pegada al velo del paladar.

-¿Y qué quieres? -silbó.

Con uno de los ojos independientes seguía mirándose al espejo, mientras con el otro me miraba el ojo que la miraba en el ojo que me estaba mirando. Le dije la verdad. Le dije que estaba hechizado por sus cromatóforos cutáneos y que me preguntaba cómo se podía ser tan creativo con las escamas. Ella me sonrió.

-No es difícil -respondió-. Para ser original hay que volver a los orígenes, saurio.

El secreto para ser uno mismo es aceptar la renuncia. Vaciarse y dejarse llenar de nuevo. Si consigues eso, voilá, tus colores se pondrán a hablar, y, en lugar de signos de interrogación, podrás ponerle a ese ridículo nombre tuyo signos de exclamación.

Yo soy ¡Ljuba!

Había pronunciado aquel difícil nombre sin titubeos, haciendo restallar la lengua como un látigo.

-¿Quieres dar un paseo? -me dijo de repente.

Me quedé de una pieza.

-¿Un paseo?

-Sí, es la estación del amor, y al fin y al cabo con vosotros lo mismo da uno que otro... Ven aquí.

No daba crédito a mi buena suerte. ¡Un mocoso como yo con aquella maga arborícela! Me acerqué y descubrí que mis colores imitaban los suyos: ¡bermellones, turquesas, amapolas; jaspeados, punteados, á pois! Caramba, me dije, esto debe de ser la felicidad. ¡Nada que ver con mis descoloridas compañeras de colegio! Por ella era capaz de escalar montañas, de enfrentarme a víboras y mangostas. Y si se confundía con el fondo... paciencia, era capaz de amar cualquier hoja, cualquier puesta de sol, cualquier flor, viendo en cualquier parte sus escamas, y a todo le daría aquel nombre impronunciable: ¡Llijuba!

Me zambullí en aquel arco iris. Le acaricié los lóbulos dérmicos y me abracé a su cresta, me dejé transportar por sus ondulaciones y me abismé en el olvido, naufragando en sus exudaciones viscosas, adorando cada milímetro de aquellas escamas.

Bum.

Caímos de la rama y nos estrellamos sobre las espinas de una acacia silbadora.

Pues bien, al día siguiente descubrí que también mi tonta ex prometida, Lara, tenía idénticas heridas, ¡y lo mismo pasaba con mi apagada y reprimida compañera de pupitre, Jana!

Entonces perdí las últimas certidumbres que me quedaban.

Y en ese momento, por fin, me encontré a mí mismo.

Aunque quizás no le haya reconocido.

lunes, 16 de enero de 2012

TERPSÍCORES

LA MUSA DE LA DANZA

SOÑÉ

He soñado que me regalaban unas alas de mariposa y una flor perfecta...

viernes, 6 de enero de 2012

IDEALISMOS REALES


EL SOL PUEDE BASTAR













DIÓGENES Y ALEJANDRO



EL CASTILLO EN LOS PIRINEOS, MAGRITTE


“Con mi experimento aprendí al menos que si uno avanza confiado en la dirección de sus ensueños y acomete la vida que se ha imaginado para sí, hallará un éxito inesperado en sus horas comunes. Dejará atrás algunas cosas, cruzará una invisible frontera; unas leyes nuevas, universales y más liberales, principiarán a regir por sí mismas dentro y alrededor de él; o las viejas leyes se expandirán y serán interpretadas en beneficio suyo en un sentido más generoso, y vivirá con el permiso de seres pertenecientes a un orden más elevado. En la proporción en que haga más sencilla su vida, le parecerán menos complicadas las leyes del universo y la soledad no será soledad, ni la pobreza será pobreza, ni la debilidad será debilidad. Si uno ha construido castillos en el aire, su tarea no se perderá; porque ahí están bien edificados. Que tan sólo ponga ahora los cimientos bajo esos castillos.”

Thoreau, fragmento de Walden

viernes, 30 de diciembre de 2011

¿SABEMOS APROVECHAR EL TIEMPO?

PERDER EL TIEMPO
En éste mi puro aíslamiento
en la década marzo de
mi vida me he aterrizado

encima de un punto que contiene
nomás el reconocimiento
de la pérdida imparable del tiempo

que es todo momento que
dentro del sentido humano del
inacabable ser acontecen

aterrizado y firme en aquel
reconocimiento meditando llego
a saborear otro aire de otro pennsylvania

y me pido que reconozca también
que perder tiempo no consta toda
la desnuda maldad de otras pérdidas

que perder tiempo significa más que nada
vivir y haber vivido tener conciencia
poder visualizar textualizar vidas ajenas

con simpatía recordar
quién he sido y que he vivido
ansioso de existir

Joseph Robertson

miércoles, 28 de diciembre de 2011

RUINAS CIRCULARES PARA COM-PRENDERNOS

Las ruinas circulares

Jorge Luis Borges

Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que el hombre taciturno venía del Sur y que su patria era una de las infinitas aldeas que están aguas arriba, en el flanco violento de la montaña, donde el idioma zend no está contaminado de griego y donde es infrecuente la lepra. Lo cierto es que el hombre gris besó el fango, repechó la ribera sin apartar (probablemente, sin sentir) las cortaderas que le dilaceraban las carnes y se arrastró, mareado y ensangrentado, hasta el recinto circular que corona un tigre o caballo de piedra, que tuvo alguna vez el color del fuego y ahora el de la ceniza. Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos, que la selva palúdica ha profanado y cuyo dios no recibe honor de los hombres. El forastero se tendió bajo el pedestal. Lo despertó el sol alto. Comprobó sin asombro que las heridas habían cicatrizado; cerró los ojos pálidos y durmió, no por flaqueza de la carne sino por determinación de la voluntad. Sabía que ese templo era el lugar que requería su invencible propósito; sabía que los árboles incesantes no habían logrado estrangular, río abajo, las ruinas de otro templo propicio, también de dioses incendiados y muertos; sabía que su inmediata obligación era el sueño. Hacia la medianoche lo despertó el grito inconsolable de un pájaro. Rastros de pies descalzos, unos higos y un cántaro le advirtieron que los hombres de la región habían espiado con respeto su sueño y solicitaban su amparo o temían su magia. Sintió el frío del miedo y buscó en la muralla dilapidada un nicho sepulcral y se tapó con hojas desconocidas.

El propósito que lo guiaba no era imposible, aunque sí sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad. Ese proyecto mágico había agotado el espacio entero de su alma; si alguien le hubiera preguntado su propio nombre o cualquier rasgo de su vida anterior, no habría acertado a responder. Le convenía el templo inhabitado y despedazado, porque era un mínimo de mundo visible; la cercanía de los leñadores también, porque éstos se encargaban de subvenir a sus necesidades frugales. El arroz y las frutas de su tributo eran pábulo suficiente para su cuerpo, consagrado a la única tarea de dormir y soñar.

Al principio, los sueños eran caóticos; poco después, fueron de naturaleza dialéctica. El forastero se soñaba en el centro de un anfiteatro circular que era de algún modo el templo incendiado: nubes de alumnos taciturnos fatigaban las gradas; las caras de los últimos pendían a muchos siglos de distancia y a una altura estelar, pero eran del todo precisas. El hombre les dictaba lecciones de anatomía, de cosmografía, de magia: los rostros escuchaban con ansiedad y procuraban responder con entendimiento, como si adivinaran la importancia de aquel examen, que redimiría a uno de ellos de su condición de vana apariencia y lo interpolaría en el mundo real. El hombre, en el sueño y en la vigilia, consideraba las respuestas de sus fantasmas, no se dejaba embaucar por los impostores, adivinaba en ciertas perplejidades una inteligencia creciente. Buscaba un alma que mereciera participar en el universo.

A las nueve o diez noches comprendió con alguna amargura que nada podía esperar de aquellos alumnos que aceptaban con pasividad su doctrina y sí de aquellos que arriesgaban, a veces, una contradicción razonable. Los primeros, aunque dignos de amor y de buen afecto, no podían ascender a individuos; los últimos preexistían un poco más. Una tarde (ahora también las tardes eran tributarias del sueño, ahora no velaba sino un par de horas en el amanecer) licenció para siempre el vasto colegio ilusorio y se quedó con un solo alumno. Era un muchacho taciturno, cetrino, díscolo a veces, de rasgos afilados que repetían los de su soñador. No lo desconcertó por mucho tiempo la brusca eliminación de los condiscípulos; su progreso, al cabo de unas pocas lecciones particulares, pudo maravillar al maestro. Sin embargo, la catástrofe sobrevino. El hombre, un día, emergió del sueño como de un desierto viscoso, miró la vana luz de la tarde que al pronto confundió con la aurora y comprendió que no había soñado. Toda esa noche y todo el día, la intolerable lucidez del insomnio se abatió contra él. Quiso explorar la selva, extenuarse; apenas alcanzó entre la cicuta unas rachas de sueño débil, veteadas fugazmente de visiones de tipo rudimental: inservibles. Quiso congregar el colegio y apenas hubo articulado unas breves palabras de exhortación, éste se deformó, se borró. En la casi perpetua vigilia, lágrimas de ira le quemaban los viejos ojos.

Comprendió que el empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de que se componen los sueños es el más arduo que puede acometer un varón, aunque penetre todos los enigmas del orden superior y del inferior: mucho más arduo que tejer una cuerda de arena o que amonedar el viento sin cara. Comprendió que un fracaso inicial era inevitable. Juró olvidar la enorme alucinación que lo había desviado al principio y buscó otro método de trabajo. Antes de ejercitarlo, dedicó un mes a la reposición de las fuerzas que había malgastado el delirio. Abandonó toda premeditación de soñar y casi acto continuo logró dormir un trecho razonable del día. Las raras veces que soñó durante ese período, no reparó en los sueños. Para reanudar la tarea, esperó que el disco de la luna fuera perfecto. Luego, en la tarde, se purificó en las aguas del río, adoró los dioses planetarios, pronunció las sílabas lícitas de un nombre poderoso y durmió. Casi inmediatamente, soñó con un corazón que latía.

Lo soñó activo, caluroso, secreto, del grandor de un puño cerrado, color granate en la penumbra de un cuerpo humano aun sin cara ni sexo; con minucioso amor lo soñó, durante catorce lúcidas noches. Cada noche, lo percibía con mayor evidencia. No lo tocaba: se limitaba a atestiguarlo, a observarlo, tal vez a corregirlo con la mirada. Lo percibía, lo vivía, desde muchas distancias y muchos ángulos. La noche catorcena rozó la arteria pulmonar con el índice y luego todo el corazón, desde afuera y adentro. El examen lo satisfizo. Deliberadamente no soñó durante una noche: luego retomó el corazón, invocó el nombre de un planeta y emprendió la visión de otro de los órganos principales. Antes de un año llegó al esqueleto, a los párpados. El pelo innumerable fue tal vez la tarea más difícil. Soñó un hombre íntegro, un mancebo, pero éste no se incorporaba ni hablaba ni podía abrir los ojos. Noche tras noche, el hombre lo soñaba dormido.

En las cosmogonías gnósticas, los demiurgos amasan un rojo Adán que no logra ponerse de pie; tan inhábil y rudo y elemental como ese Adán de polvo era el Adán de sueño que las noches del mago habían fabricado. Una tarde, el hombre casi destruyó toda su obra, pero se arrepintió. (Más le hubiera valido destruirla.) Agotados los votos a los númenes de la tierra y del río, se arrojó a los pies de la efigie que tal vez era un tigre y tal vez un potro, e imploró su desconocido socorro. Ese crepúsculo, soñó con la estatua. La soñó viva, trémula: no era un atroz bastardo de tigre y potro, sino a la vez esas dos criaturas vehementes y también un toro, una rosa, una tempestad. Ese múltiple dios le reveló que su nombre terrenal era Fuego, que en ese templo circular (y en otros iguales) le habían rendido sacrificios y culto y que mágicamente animaría al fantasma soñado, de suerte que todas las criaturas, excepto el Fuego mismo y el soñador, lo pensaran un hombre de carne y hueso. Le ordenó que una vez instruido en los ritos, lo enviaría al otro templo despedazado cuyas pirámides persisten aguas abajo, para que alguna voz lo glorificara en aquel edificio desierto. En el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó.

El mago ejecutó esas órdenes. Consagró un plazo (que finalmente abarcó dos años) a descubrirle los arcanos del universo y del culto del fuego. Íntimamente, le dolía apartarse de él. Con el pretexto de la necesidad pedagógica, dilataba cada día las horas dedicadas al sueño. También rehizo el hombro derecho, acaso deficiente. A veces, lo inquietaba una impresión de que ya todo eso había acontecido... En general, sus días eran felices; al cerrar los ojos pensaba: Ahora estaré con mi hijo. O, más raramente: El hijo que he engendrado me espera y no existirá si no voy.

Gradualmente, lo fue acostumbrando a la realidad. Una vez le ordenó que embanderara una cumbre lejana. Al otro día, flameaba la bandera en la cumbre. Ensayó otros experimentos análogos, cada vez más audaces. Comprendió con cierta amargura que su hijo estaba listo para nacer -y tal vez impaciente. Esa noche lo besó por primera vez y lo envió al otro templo cuyos despojos blanqueaban río abajo, a muchas leguas de inextricable selva y de ciénaga. Antes (para que no supiera nunca que era un fantasma, para que se creyera un hombre como los otros) le infundió el olvido total de sus años de aprendizaje.

Su victoria y su paz quedaron empañadas de hastío. En los crepúsculos de la tarde y del alba, se prosternaba ante la figura de piedra, tal vez imaginando que su hijo irreal ejecutaba idénticos ritos, en otras ruinas circulares, aguas abajo; de noche no soñaba, o soñaba como lo hacen todos los hombres. Percibía con cierta palidez los sonidos y formas del universo: el hijo ausente se nutría de esas disminuciones de su alma. El propósito de su vida estaba colmado; el hombre persistió en una suerte de éxtasis. Al cabo de un tiempo que ciertos narradores de su historia prefieren computar en años y otros en lustros, lo despertaron dos remeros a medianoche: no pudo ver sus caras, pero le hablaron de un hombre mágico en un templo del Norte, capaz de hollar el fuego y de no quemarse. El mago recordó bruscamente las palabras del dios. Recordó que de todas las criaturas que componen el orbe, el fuego era la única que sabía que su hijo era un fantasma. Ese recuerdo, apaciguador al principio, acabó por atormentarlo. Temió que su hijo meditara en ese privilegio anormal y descubriera de algún modo su condición de mero simulacro. No ser un hombre, ser la proyección del sueño de otro hombre ¡qué humillación incomparable, qué vértigo! A todo padre le interesan los hijos que ha procreado (que ha permitido) en una mera confusión o felicidad; es natural que el mago temiera por el porvenir de aquel hijo, pensado entraña por entraña y rasgo por rasgo, en mil y una noches secretas.

El término de sus cavilaciones fue brusco, pero lo prometieron algunos signos. Primero (al cabo de una larga sequía) una remota nube en un cerro, liviana como un pájaro; luego, hacia el Sur, el cielo que tenía el color rosado de la encía de los leopardos; luego las humaredas que herrumbraron el metal de las noches; después la fuga pánica de las bestias. Porque se repitió lo acontecido hace muchos siglos. Las ruinas del santuario del dios del fuego fueron destruidas por el fuego. En un alba sin pájaros el mago vio cernirse contra los muros el incendio concéntrico. Por un instante, pensó refugiarse en las aguas, pero luego comprendió que la muerte venía a coronar su vejez y a absolverlo de sus trabajos. Caminó contra los jirones de fuego. Éstos no mordieron su carne, éstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión. Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo.





domingo, 18 de diciembre de 2011

O´CONNOR Y SABINA CON BÉCQUER Y CERNUDA

LXVI

¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
...


Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

JÚBILO

Cuando tú me miras así, amante,
una manta cubre mis hombros desnudos,
un calor dulce corre por mis mundos
y se abren sendas con flores fragantes.
Sonrío y vierto al caballero andante
que vierte sobre mí su haz profundo.
Vertiéndonos fecundos y facundos
regresamos a la estrella brillante
de la que partimos allende los mares
en años solares. La luz mide el mundo.
Dos pensamientos son un pensamiento.
Dos calmas, dos almas, dos tempestades
y un solo camino en movimiento.
Amar es conectar dos soledades.

lunes, 12 de diciembre de 2011

EN UN MUNDO DE LOCOS

CADA LOCO CON SU TEMA
¡Serrat es premiado!
Un premio con un ojo crítico excelente!

viernes, 4 de noviembre de 2011

MÚSICA DE LA BUENA

"Bus junelo a purí golí e men arate sos guillabela duquelando palal gres e berrochí, prejenelo a Undebé sos bué men orchí callí ta andiar diñelo andoba suetí rujis pre alangarí."
Cuando escucho la vieja voz de mi sangre que canta y llora recordando pasados siglos de horror, siento a Dios que perfuma mi alma y en el mundo voy sembrando rosas en vez de dolor.

"OROBROY" DE DORANTES

lunes, 31 de octubre de 2011

LOS CAMINANTES


FOTO DE DIEGO GARCÍA


Extracto de Proverbios y cantares (XXIX) DEL MAESTRO ANTONIO MACHADO

Caminante, son tus huellas
   el camino y nada más;
         Caminante, no hay camino,
             se hace camino al andar.
                 Al andar se hace el camino,
              y al volver la vista atrás
       se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
    Caminante no hay camino
             sino estelas en la mar.

SERRAT, OTRO GRAN POETA

viernes, 21 de octubre de 2011

EL RECUERDO

Félix Romeo es homenajeado en el día de su muerte y nos habla de la pérdida en el siguiente programa:
07 de octubre 2011
Doblemente huérfana.

miércoles, 19 de octubre de 2011

martes, 18 de octubre de 2011

EL AMOR DE MACHADO


LAS ALMENARAS

Él cogió con ternura su mano
La montaña sonreía, preñada
Otea la almenara vientos hermanos
Él enamorado, ella enamorada

Sintieron un latir, tejido, entramado
Brilló una estrella, sus ojos brillaron
Por fin era tacto y piel lo soñado
Se dieron el alma, luego callaron.

Y ahora son uno y todo, enlazados
Demiúrgico, el texto vuelve al mito
Hilos de Aracne conectan sus salmos
La urdimbre ha sido el amor infinito

La serpiente muerde su cola en la luz:
El texto regresa eterno y dorado
Todo vuelve: los paseos, el cielo azul…
Ese sol de la infancia y Machado…


miércoles, 12 de octubre de 2011

EN EL DÍA DE NUESTRA LENGUA

LAS PALABRAS

...Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan.

Me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo todas las palabras. Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen...

Vocablos amados. Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras...

Son tan hermosas que las quiero poner en mi poema. Las agarro al vuelo cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces, las revuelvo, las agito, me las bebo, las trituro, las libero, las emperejilo...

Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola.
Todo está en la palabra. Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se colocó dentro de una frase que no la esperaba...

Tienen sombra, transparencia, peso, plumas. Tienen todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto trasmigrar de patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas y recientísimas. Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada...

Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos. Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, tabaco negro, oro, maíz con un apetito voraz.

Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías... Pero a los conquistadores se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí, resplandecientes... el idioma. Salimos perdiendo... salimos ganando. Se llevaron el oro y nos dejaron el oro. Se llevaron mucho y nos dejaron mucho...

Nos dejaron las palabras. ;)

Confieso que he vivido,  libro póstumo de memorias de Pablo Neruda (1974)

martes, 4 de octubre de 2011

UN HIPNOTIZADOR DE OFIDIOS

"No podía verlo desde donde estaba sentada, pero sentía sus ojos clavados en la nuca, como un suave cosquilleo. Ella se giró repentinamente. Y ahí estaba, mirándola...aunque, al  instante, bajó los ojos. Pero esos segundos...esos segundos valieron una vida"

martes, 27 de septiembre de 2011

QUE HABLE MACHADO

Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: “Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”.

El alumno escribe lo que se le dicta.

- Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.

El alumno, después de meditar, escribe: “Lo que pasa en la calle”.

- No está mal… Cada día, señores, la literatura es más escrita y menos hablada. La consecuencia es que cada día se escribe peor, en una prosa fría, sin gracia.

Antonio Machado. Juan de Mairena. 1936.

domingo, 25 de septiembre de 2011

domingo, 11 de septiembre de 2011

sábado, 10 de septiembre de 2011

REFLEXIONES. PERDÓN CON NORTE.

EN LA SED MORTAL
Perdón por los cuatro elementos
por la tierra y el agua
y el fuego y la polución...

viernes, 2 de septiembre de 2011

TODO ARDE SI LE APLICAS LA CHISPA ADECUADA

Las palabras fueron avispas
y las calles como dunas
cuando aún te espero llegar
de un momento a otro.

En un ataúd guardo
tu tacto y una corona
y el pelo enmarañado
queriendo encontrar
un arco iris infinito.

No sé distinguir
entre besos y raíces,
no sé distinguir
lo complicado de lo simple.
Mis manos que aún son de hueso
y tu vientre sabe a pan,
la catedral que es tu cuerpo...

Eras verano y mil tormentas,
y yo el león, que sonríe a las paredes
que he vuelto a pintar
del mismo color.

No sé distinguir
entre besos y raíces,
no sé distinguir
lo complicado de lo simple;
y ahora estás en mi lista
de promesas a olvidar.
Todo arde si le aplicas
la chispa adecuada.

El fuego queda a veces propio
la ceniza siempre ajena.
Blanca esperma resbalando
por la espina dorsal.
Ya somos más viejos y sinceros,
 y qué más da
si miramos la "laguna"
como llaman a la eternidad
de la ausencia.

jueves, 25 de agosto de 2011

LUNA

Luna llena que observas
desde fuera del tiempo mi vivir en el tiempo:
viste morir entonces al niño que habitaba,
confiado, en mi ser; luego, al adolescente
que se rindió al hechizo de tu luz misteriosa;
viste morir en mí también al joven
que quería ser tuyo y que te celebraba
con fervor en sus versos.
Ahora ves a este hombre cansado que te mira
con la emoción de siempre. Y un día, cuando vuelvas,
me buscarás en vano.
ELOY SÁNCHEZ ROSILLO

miércoles, 24 de agosto de 2011

EL LABERINTO DE BORGES

No habrá nunca una puerta. Estás adentro

Y el alcázar abarca el universo

Y no tiene ni anverso ni reverso

Ni externo muro ni secreto centro.

No esperes que el rigor de tu camino

Que tercamente se bifurca en otro,

Que tercamente se bifurca en otro,

Tendrá fin. Es de hierro tu destino

Como tu juez. No aguardes la embestida

Del toro que es un hombre y cuya extraña

Forma plural da horror a la maraña

De interminable piedra entretejida.

No existe. Nada esperes. Ni siquiera

En el negro crepúsculo la fiera.

domingo, 14 de agosto de 2011

sábado, 13 de agosto de 2011

Tenemos la luna

LA LUNA
Cuenta la historia que en aquel pasado
Tiempo en que sucedieron tantas cosas
Reales, imaginarias y dudosas,
Un hombre concibió el desmesurado

Proyecto de cifrar el universo
En un libro y con ímpetu infinito
Erigió el alto y arduo manuscrito
Y limó y declamó el último verso.

Gracias iba a rendir a la fortuna
Cuando al alzar los ojos vio un bruñido
Disco en el aire y comprendió, aturdido,
Que se había olvidado de la luna.

La historia que he narrado aunque fingida,
Bien puede figurar el maleficio
De cuantos ejercemos el oficio
De cambiar en palabras nuestra vida.

Siempre se pierde lo esencial. Es una
Ley de toda palabra sobre el numen.
No la sabrá eludir este resumen
De mi largo comercio con la luna.

No sé dónde la vi por vez primera,
Si en el cielo anterior de la doctrina
Del griego o en la tarde que declina
Sobre el patio del pozo y de la higuera.

Según se sabe, esta mudable vida
Puede, entre tantas cosas, ser muy bella
Y hubo así alguna tarde en que con ella
Te miramos, oh luna compartida.


Más que las lunas de las noches puedo
Recordar las del verso: la hechizada
Dragon moon que da horror a la halada
Y la luna sangrienta de Quevedo.

De otra luna de sangre y de escarlata
Habló Juan en su libro de feroces
Prodigios y de júbilos atroces;
Otras más claras lunas hay de plata.

Pitágoras con sangre (narra una
Tradición) escribía en un espejo
Y los hombres leían el reflejo
En aquel otro espejo que es la luna.

De hierro hay una selva donde mora
El alto lobo cuya extraña suerte
Es derribar la luna y darle muerte
Cuando enrojezca el mar la última aurora.

(Esto el Norte profético lo sabe
Y tan bien que ese día los abiertos
Mares del mundo infestará la nave
Que se hace con las uñas de los muertos.)

Cuando, en Ginebra o Zürich, la fortuna
Quiso que yo también fuera poeta,
Me impuse. como todos, la secreta
Obligación de definir la luna.

Con una suerte de estudiosa pena
Agotaba modestas variaciones,
Bajo el vivo temor de que Lugones
Ya hubiera usado el ámbar o la arena,

De lejano marfil, de humo, de fría
Nieve fueron las lunas que alumbraron
Versos que ciertamente no lograron
El arduo honor de la tipografía.

Pensaba que el poeta es aquel hombre
Que, como el rojo Adán del Paraíso,
Impone a cada cosa su preciso
Y verdadero y no sabido nombre,

Ariosto me enseñó que en la dudosa
Luna moran los sueños, lo inasible,
El tiempo que se pierde, lo posible
O lo imposible, que es la misma cosa.

De la Diana triforme Apolodoro
Me dejo divisar la sombra mágica;
Hugo me dio una hoz que era de oro,
Y un irlandés, su negra luna trágica.

Y, mientras yo sondeaba aquella mina
De las lunas de la mitología,
Ahí estaba, a la vuelta de la esquina,
La luna celestial de cada día

Sé que entre todas las palabras, una
Hay para recordarla o figurarla.
El secreto, a mi ver, está en usarla
Con humildad. Es la palabra luna.

Ya no me atrevo a macular su pura
Aparición con una imagen vana;
La veo indescifrable y cotidiana
Y más allá de mi literatura.

Sé que la luna o la palabra luna
Es una letra que fue creada para
La compleja escritura de esa rara
Cosa que somos, numerosa y una.

Es uno de los símbolos que al hombre
Da el hado o el azar para que un día
De exaltación gloriosa o de agonía
Pueda escribir su verdadero nombre.
EL GRAN BORGES

viernes, 12 de agosto de 2011

NADIE

MISS CAFFEINA

martes, 9 de agosto de 2011

AZUL...1888

AUTUMNAL

Eros, Vita, Lumen

En las pálidas tardes
yerran nubes tranquilas
en el azul; en las ardientes manos
se posan las cabezas pensativas.
¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces sueños!
¡Ah las tristezas íntimas!
¡Ah el polvo de oro que en el aire flota,
tras cuyas ondas trémulas se miran
los ojos tiernos y húmedos,
las bocas inundadas de sonrisas,
las crespas cabelleras
y los dedos de rosa que acarician!


En las pálidas tardes
me cuenta un hada amiga
las historias secretas
llenas de poesía:
lo que cantan los pájaros,
lo que llevan las brisas,
lo que vaga en las nieblas,
lo que sueñan las niñas.

Una vez sentí el ansia
de una sed infinita.
Dije al hada amorosa:
--Quiero en el alma mía
tener la aspiración honda, profunda,
inmensa: luz, calor, aroma, vida.
Ella me dijo: --¡Ven!-- con el acento
con que hablaría un arpa. En él había
un divino aroma de esperanza.
¡Oh sed del ideal!

Sobre la cima
de un monte, a medianoche,
me mostró las estrellas encendidas.
Era un jardín de oro
con pétalos de llama que titilan.
Exclamé: --¡Más!...

La aurora
vino después. La aurora sonreía,
con la luz en la frente,
como la joven tímida
que abre la reja, y la sorprenden luego
ciertas curiosas mágicas pupilas.
Y dije: --¡Más!... Sonriendo
la celeste hada amiga
prorrumpió: --¡Y bien! ¡Las flores!

Y las flores
estaban frescas, lindas,
empapadas de olor: la rosa virgen,
la blanca margarita,
la azucena gentil y las volúbiles
que cuelgan de la rama estremecida.
Y dije: --¡Más!...

El viento
arrastraba rumores, ecos, risas,
murmullos misteriosos, aleteos,
músicas nunca oídas.
El hada entonces me llevó hasta el velo
que nos cubre las ansias infinitas,
la inspiración profunda,
y el alma de las liras.
Y lo rasgó. Allí todo era aurora.
En el fondo se veía
un bello rostro de mujer.

¡Oh, nunca,
Piérides, diréis las sacras dichas
que en el alma sintiera!
Con su vaga sonrisa:
--¿Más?... --dijo el hada. Yo tenía entonces
clavadas las pupilas
en el azul; y en mis ardientes manos
se posó mi cabeza pensativa...

[1887]

lunes, 8 de agosto de 2011

NACHO VEGAS.

MORIR O MATAR
Cruda, pero preciosa canción.

IBN ARABÍ. POETAS MURCIANOS

El destino definitivo del mundo entero
es alcanzar la morada del puro perdón
y de la Comprensión Suprema.

jueves, 4 de agosto de 2011

CORDURA!

El pueblo no debe pagar las incongruencias de unos pocos insensatos avarientos.
Sube a nacer conmigo, hermano.

Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.

Dadme el silencio, el agua, la esperanza.

Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.

Apegadme los cuerpos como imanes.

Acudid a mis venas y a mi boca.

Hablad por mis palabras y mi sangre.

miércoles, 3 de agosto de 2011

SALVADOR DALÍ

El salvador que, biológicamente, no se salvó: "¿No es una molécula de ADN garantía de inmortalidad?. Ella es – le decía a Descartes poco antes de morir- la célula monárquica por excelencia”."Cada una de las dos mitades está exactamente unida a la otra mitad, de la misma manera que Gala estaba unida a mí... Todo se abre y se cierra y se interrelaciona con precisión. La herencia depende de un mecanismo soberano y la vida es el producto del poder absoluto del ácido desoxirribonucleico."
Entrevista a un genio modesto.

lunes, 1 de agosto de 2011

ALGUNAS GREGERÍAS DE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.
Los que matan a una mujer y después se suicidan debían variar el sistema: suicidarse antes y matarla después.
Respetamos ese insecto que se pasea por el frutero porque es el que ha becado el campo para que vea la ciudad.
El que está en Venecia es el engañado que cree estar en Venecia. El que sueña con Venecia es el que está en Venecia.
En cada día amanece todo el tiempo.
Los ceros son los huevos de los que salieron las demás cifras.
Un país donde los que juegan al toro siempre encuentran quien haga de toro es un país paradójico progresivo.
No importa que nuestro vaso sea pequeño, pues lo importante es que la botella esté llena.

viernes, 29 de julio de 2011

ALBERT PLA Y FONOLLOSA

Puedo empezar
Tengo ya preparadas las respuestas
para las entrevistas periodísticas
que me hagan en la prensa radio y tele.
Querrán saber qué opino y cómo soy,
me mostraré ingenioso
y espontaneo.

Tengo ya preparadas unas listas
de personalidades muy importantes
e incluso redactados ya los textos,
muy agudos,
de las dedicatorias.

Tengo ya preparadas las metáforas
que servirán como brillante ejemplo
o síntesis que aclare lo que exponga.

Y tengo preparada mi postura,
al sentarme o de pie,
tono de voz,
expresión de los ojos y la boca

Todo está preparado
Todo a punto,
puedo empezar pues
a escribir mi libro.

EUGENIO RECITANDO A FONOLLOSA

miércoles, 27 de julio de 2011

ALBERTO CORTEZ Y FACUNDO CABRAL

POBRECITO MI PATRÓN

Yo no se quién va más lejos,
La montaña o el cangrejo.
(Coro)
Pobrecito mi patrón,
Piensa que el pobre soy yo.
Lara…

Quien sabe si el apoyarse,
Es mejor que el deslizarse.
El Agua Blanda acaba con la Piedra Dura.

(Coro)

Más que el oro,
es la pobreza,
Lo más caro en la existencia

(Coro)

Solamente lo barato
Se compra con el dinero.

(Coro)

Lo importante no es el precio,
Sino el valor de las cosas.

(Coro)

Dominar es su manera,
Y así nadie se libera.

(Coro)

El conquistador por cuidar su conquista
Se convierte en esclavo de lo que conquistó.
Es decir que jodiendo,
Se jodió.

Que me importa ganar diez,
Si se contar hasta seis.

(Coro)

martes, 26 de julio de 2011

FRANCISCO DE QUEVEDO

No me aflige morir; no he rehusado
acabar de vivir, ni he pretendido
alargar esta muerte que ha nacido
a un tiempo con la vida y el cuidado.

Siento haber de dejar deshabitado
cuerpo que amante espíritu ha ceñido;
desierto un corazón siempre encendido,
donde todo el Amor reinó hospedado.

Señas me da mi ardor de fuego eterno,
y de tan larga y congojosa historia
sólo será escritor mi llanto tierno.

Lisi, estáme diciendo la memoria
que, pues tu gloria la padezco infierno,
que llame al padecer tormentos, gloria.

martes, 19 de julio de 2011

SABER AFILAR EL HACHA

Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún, así que el leñador se propuso hacer un buen papel.

El primer día se presentó al capataz, que le dio un hacha y le asignó una zona del bosque.
El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar.
En un solo día cortó dieciocho árboles.
-Te felicito -le dijo el capataz-. Sigue así.

Animado por las palabras del capataz, el leñador se decidió a mejorar su propio trabajo al día siguiente. Así que esa noche se acostó bien temprano.
A la mañana siguiente, se levantó antes que nadie y se fue al bosque.
A pesar de todo su empeño, no consiguió cortar más de quince árboles.
«Debo estar cansado», pensó. Y decidió acostarse con la puesta de sol.
Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad.

Al día siguiente fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo toda la tarde tratando de talar su segundo árbol.
Inquieto por lo que diría el capataz, el leñador fue a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se estaba esforzando hasta los límites del desfallecimiento.
El capataz le preguntó: «¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez?».
-¿Afilar? No he tenido tiempo para afilar: he estado demasiado ocupado talando árboles.
JORGE BUCAY

lunes, 18 de julio de 2011

EL ABECEDARIO DE FERNANDO ALFARO

LOS CUATRO VIENTOS
Lo gritaré a los cuatro vientos,
como un buen predicador
que no contiene su emoción.

Lo gritaré a los cuatro vientos,
que es mi íntima emoción,
la vida salvaje y el amor.
La vida es salvaje,
es rica y es salvaje.

Y gritaré a los cuatro vientos,
uno al cierzo, dos al ciclón,
tres al alisio y cuatro al monzón.

Gritaré a ver si me oyes y no acabó
tu proceso de maduración.

Hola, buey, ¿cómo te va?
Me va bien, tirando a muy mal.

Y gritaré a los cuatro vientos,
como el buen predicador
que por la boca echa el corazón.

Y gritaré a los cuatro vientos
al amigo que olvidó
toda la vida y el amor.

Estoy bien, tirando a muy mal.

Buscando A,
buscando B,
buscando C,
buscando D,
buscando CDs,
los que presté
Dios sepa a quien.

Buscando E,
buscando fe,
buscando G,
buscando H,
buscando H
y el punto G,
buscando fe,
buscando fe,
buscando E.

Gritaré como un buen predicador
que no contiene su emoción.
Lo gritaré a los cuatro vientos,
que es mi intima emoción,
la vida salvaje y el amor.

Y gritaré a los cuatro vientos,
como el buen predicador
que por la boca echa el corazón.
Y gritaré a los cuatro vientos
al amigo que olvidó
toda la vida y el amor
de aquellos días en que tú y yo
éramos libres y salvajes.
Y hoy te estás quitando,
te estás quitando.

LOS CUATRO VIENTOS

OHHH!!!

Se acaba EL LIMBO. Me quitan un gran placer.

INVENTANDO CON GALEANO

El peligro


"La A tiene las piernas abiertas

La M es un subibaja que va y viene entre el cielo y el infierno.

LA O círculo cerrado, te asfixia.

La R está notoriamente embarazada.

-Todas las letras de la palabra AMOR son peligrosas- comprueba Romy Díaz- Perera.

Cuando las palabras salen de la boca, ella las ve dibujadas en el aire".

(Las palabras andantes)

La A es abierta, recibidora y dadora. El cáliz y la espada. El compás y la escuadra.
La M es el vaivén que a todos nos maneja, abajo y arriba, arriba y abajo. Alegría y tristeza. Tristeza y alegría.
La O es la unidad, el óvulo originario, la raíz, la totalidad.
La R, si se embaraza, es la continuidad, y si no, hace RRRuido, que es bastante.
- Todas las letras de la palabra AMOR son hermosas- comprueba Bel, que no es tan niña como Romy, y ya le teme a poco.
Cuando las palabras salen de la boca, ella las ve dibujadas en el aire.

martes, 5 de julio de 2011

BORGES

La Leyenda
Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, hicieron un fuego y comieron. Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada cuando declina el día. En el cielo asomaba alguna estrella, que aún no había recibido su nombre. A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca de la piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y pidió que le fuera perdonado su crimen.

Abel contestó:

-¿Tú me has matado o yo te he matado? Ya no recuerdo; aquí estamos juntos como antes.

-Ahora sé que en verdad me has perdonado -dijo Caín-, porque olvidar es perdonar. Yo trataré también de olvidar.

Abel dijo despacio:

-Así es. Mientras dura el remordimiento dura la culpa.