Estos días en la Universidad Rural Paulo Freire del Cerrato han sido un regalo.
Este regalo lo urdió La tendía, una compañía de teatro de la mano de Bárbara y David, que viajan junto con su hija Roma. Familia bonita.
Todos admiramos al grupo de folk El Naán, cuya sede es la Casa del Baile, en Tabanera de Cerrato, un pueblito palentino al que un grupo de artistas y artesanos han llevado vida, cultura, alegría, conexiones...
Allí he dormido estos días con la tribu, mientras el grupo tocaba este domingo en mi pueblo, Jumilla, ironías preciosas. Cruce de caminos.
He conocido a personas muy valiosas, valientes, como Marta, Sara o Noe.
Marta Valdivieso nos regaló un taller sobre el tejido desde su origen hasta el producto final, mientras nos contaba y nos cantaba. Maravilla.
La tendía representó La isla de las cosas perdidas. Después, los asistentes hicieron un pez de #esparto conmigo, como Fernando Íñiguez, del programa La tarataña, de Rne3 o la propia Marta. Una pasada para mí.
Nos hemos bañado en la charca y en sus sombras han sonado canciones y se ha compartido comida y risas.
Dudé en hacer este viaje, por Phi, por mi madre, pero acerté al emprenderlo.
Momentos inolvidables con personas que calan.