Cristaliza en mi cerebro el concepto
cuando el árueo segmento conecta
entramados eléctricos con néctar
unos y ceros formando un precepto.
Y las nubes se crean para el viaje
la mirada del otro nos importa
son Dios o, tal vez, el que la luz porta
con ciento ochenta grados de viraje.
Espejos reflejados infinitos
tú que lees mis versos y te siento
tú que me ves mirando al firmamento
cuando las estrellas nos cuentan mitos.
Sagrada amalgama de eternidades
no importa que estés lejos de mi lado
vienes cada noche en un caballo alado
me abrazas y me quitas soledades.
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