En invierno tendré el calor de tus pies,
cuerpo a cuerpo, primavera a primavera.
Tus manos vendrán a hacerme eterna,
rebosantes de vida, manos que tocan la tierra.
Tendré tu historia entre mis libros,
en mi piel, tus manos de guerras,
manos que dejaron mudas las fronteras.
sábado, 16 de junio de 2012
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Todo lo que escribes adquiere en mí una honda sonoridad, no puedo negarlo. Me gusta la imagen "entre mis libros, en mi piel...", me acerca por sí misma a la memoria sensitiva. Y resulta que la piel tiene memoria... Es una hermosa manera de decir que todo lo que ocurre, aunque sea el aleteo de una mariposa, deja huella.
ResponderEliminar¿Incluso los anhelos podrán dejar una huella?
Todo, hasta los anhelos.
ResponderEliminar:)