Creo que un combinado genético que diera un disco entre Sabina y Vegas tendría su aquél. Por lo menos vapuleaban un tanto el optimismo y también -qué diantres- la melancolía. Ambos se mueven en una línea sutil de la realidad, entre lírica y maldita. (Jo, qué bonito acaba de salirme ésto, voy a vendérselo a Pedro Guerra, que es vecino mío, jeje...) Ahora que lo pienso, sería como el buen vino: de Vega-Sicilia, podrían llegar musicalmente a Vegas-Sabina, potente.
Creo que un combinado genético que diera un disco entre Sabina y Vegas tendría su aquél. Por lo menos vapuleaban un tanto el optimismo y también -qué diantres- la melancolía. Ambos se mueven en una línea sutil de la realidad, entre lírica y maldita. (Jo, qué bonito acaba de salirme ésto, voy a vendérselo a Pedro Guerra, que es vecino mío, jeje...)
ResponderEliminarAhora que lo pienso, sería como el buen vino: de Vega-Sicilia, podrían llegar musicalmente a Vegas-Sabina, potente.
Muy potente.
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