No habrá nunca una puerta. Estás adentro
Y el alcázar abarca el universo
Y no tiene ni anverso ni reverso
Ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
Que tercamente se bifurca en otro,
Que tercamente se bifurca en otro,
Tendrá fin. Es de hierro tu destino
Como tu juez. No aguardes la embestida
Del toro que es un hombre y cuya extraña
Forma plural da horror a la maraña
De interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
En el negro crepúsculo la fiera.
miércoles, 24 de agosto de 2011
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"Que tercamente se bifurca en otro, /que tercamente se bifurca en otro..." Es una repetición fantástica, tremenda. Reluce tenebrosa y condenatoria como el "Abandonad toda esperanza vosotros, los que entráis" de la misma puerta del Infierno que describe Dante.
ResponderEliminarTolkien usa un recurso parecido cuando enumera los anillos y adelanta el cruel destino de la ambición de poder de hombres al decir: "Nine for Mortal Men doomed to die"
"que-ter-ca-men-te" Da una sonoridad parecida al paso cansado de una mula.
Y al final: "NO existe. NAda esperes. NI siquiera / en el NEgro..." Es terrible, definitivo. Seguro que don Jorge consideró la posibilidad de introducir el "NU" en la palabra "nunca" o "anuncia" para redondearlo en la estética. Desde luego que es un poema para estudiar en profundidad si uno quisiera declamarlo con rigor.
No lo conocía, pero me quedo a lo Jesulín: IM-prezionado!"
Sí, es una maravilla.
ResponderEliminarLos laberintos-biblioteca del genial argentino, sin puertas y con miles de puertas...la piedra entretejida...una pasada!!!