Retorno a la luz sumida en mi noche
cuando la estrella tilila su rumbo
cuando amaso el pan de maíz fecundo
con la mirada pura y sin reproche.
Moldeo el queso que cura el silencio
a solas y en paz, huída del mundo
y extraigo a la tierra su caldo profundo
cuando no juzgo nada, ni sentencio.
Sientepienso cada rayo poco a poco
cada idemoción en cada segundo
que me lleva, me alza y sucumbo
a un cielo blanco y gris, alegre y loco.
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