Maravillosas, como siempre.
Este año se llaman "MUJER Y ESPARTO".
Otros años he flipado más, pero se agradece, de corazón, el gran esfuerzo. Y me ha emocionado muchísimo ver esa foto de Rafael sonriente. No tiene precio.
Cada latido de cada trenzado de cada objeto...no tiene precio.
El reencuentro con los amigos no tiene precio.
La ilusión no tiene precio.
Lo que vale de verdad, de verdad, no tiene precio, ni límite.
Es maravilloso.