Cada día estallan más flores de almendro en mi camino al trabajo. Es bello poder disfrutar de esos cambios.
El gris, de repente, se convierte en rosas y blancos preciosérrimos, y el aire se llena de miel y zumbidos,... de resurección.
Es la vida, es la certera prueba de que nada permanece, cada día comenzamos, renovados, de grises a rosas, de rosas a grises, naturalmente, sin estridencias; hasta que dejemos de cambiar de color, naturalmente, sin estridencias.