Hoy ha sido un día de reencuentros bonitos. Volver a ver a amigos...
Todo el día hemos tenido a Paco Giménez Molina presente, porque era su día. Todo este jaleo se ha montado porque él, un día, decidió compartir su sabiduría sobre la cultura del esparto. Y esa sapiencia se expandió... Un ESLABÓN DE LA CADENA. Paco ha sido un luchador, una de esas personas que han ayudado siempre, en cualquier circunstancia...
Paco es un maestro y un señor, en todos los sentidos.
Su cadencia, al hablar, es lenta, sabia, y jamás dice tonterías. Escucharlo es aprender todo el rato...
Lo bonito del esparto y de los corros esparteros es que no sólo se mueven las manos, también se mueve la lengua, las risas, los cuidados... la vida. Se mueve la vida entre esparto.
Eso es lo bonico.
Porque, como dice mi querido José Fajardo, todos somos ramales de la misma pleita.
Ha sido una gozada compartir con todos.
¡Gracias, Paco, por iniciar esta pleita!
Que sepas que en mi corazón y en el de muchos has estado todo el tiempo.