El hogar que nos acoge se queja. Reacciona a la avaricia, a la falta de sentido común.
Son días tristes para la Región de Murcia.
Por desgracia, su futuro empeorará.
Mi deseo no se cumplirá, volverá a haber desastres en el Mar Menor, y en los acuíferos y en nuestros bellos campos y en las mentes y en tantos sitios...
Yo solo soy un grano de arena en el desierto, no valgo nada en un mundo loco donde todo se mide con dinero. ¡Qué pena!
Pero no se pueden comprar los sueños.
Ni las sonrisas verdaderas.
¡Ojalá estos peces sirvan para sacarte una de esas sonrisas!