La naturaleza reparte dones.
Y hay tantísimos, ¡Naturaleza mía!
Ella, la Creadora.
Todos tenemos los nuestros,
hemos de encontrarnos con ellos
y abrirles los brazos y el mundo,
para que lo inspiren y crezcan.
Para que se reciba lo sagrado
y más tarde se devuelva.
Reflejo de su espejo,
Ella reflexiona siempre eterna.
Ella asciende y desciende, se expande y se concentra, se estira y se repliega, late, pulsa, impulsa, aletea!
ResponderEliminarExacta-mente, corasón!
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