domingo, 18 de diciembre de 2011

O´CONNOR Y SABINA CON BÉCQUER Y CERNUDA

LXVI

¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
...


Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

6 comentarios:

  1. Es que es así: un buen caminante no deja huella.

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  2. ¿Por qué cantamos?

    Si cada hora viene con su muerte
    si el tiempo es una cueva de ladrones
    los aires ya no son los buenos aires
    la vida es nada más que un blanco móvil

    usted preguntará por qué cantamos

    si nuestros bravos quedan sin abrazo
    la patria se nos muere de tristeza
    y el corazón del hombre se hace añicos
    antes aún que explote la vergüenza

    usted preguntará por qué cantamos

    si estamos lejos como un horizonte
    si allá quedaron árboles y cielo
    si cada noche es siempre alguna ausencia
    y cada despertar un desencuentro

    usted preguntará por qué cantamos

    cantamos porque el río está sonando
    y cuando suena el río / suena el río
    cantamos porque el cruel no tiene nombre
    y en cambio tiene nombre su destino

    cantamos por el niño y porque todo
    y porque algún futuro y porque el pueblo
    cantamos porque los sobrevivientes
    y nuestros muertos quieren que cantemos

    cantamos porque el grito no es bastante
    y no es bastante el llanto ni la bronca
    cantamos porque creemos en la gente
    y porque venceremos la derrota

    cantamos porque el sol nos reconoce
    y porque el campo huele a primavera
    y porque en este tallo en aquel fruto
    cada pregunta tiene su respuesta

    cantamos porque llueve sobre el surco
    y somos militantes de la vida
    y porque no podemos ni queremos
    dejar que la canción se haga ceniza.

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  3. Con los pies voy pisando mis huellas
    y ellas cuentan sus últimos secretos
    yo los guardo en el filo del milagro
    y empiezo a recordar

    la verdad es que ya no puedo
    conmigo mismo
    una sombra me increpa


    siempre he aspirado
    a mirarme de lejos
    y sin embargo
    cada lejos
    se va aproximando
    hasta ser un todo alrededor

    mis huellas
    hablan en silencio
    sólo yo las entiendo
    y me conformo con ese hermetismo
    donde cabe media vida.

    MARIO BENEDETTI

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  4. :)
    Nada que está en armonía con la naturaleza tiene aspiración de eternidad, tan sólo de renovación. Por éso me parece acertado aprender a no dejar huella. Regalar cada día un nuevo día, como hace el cielo, como hace el Sol, y ¿por qué no? Una nueva canción. Pero claro que sí, también cada día puede haber una nueva vieja canción...
    ;)

    Feliz Navidad. Ojalá este tiempo también renueve nuestros corazones. Un besico

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  5. Feliz Navidad, Jal querido! Llevas razón, todo se renueva... Un abrazo enoooooooooooooooooooooooooooooooooooorme!

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