Luna llena que observas
desde fuera del tiempo mi vivir en el tiempo:
viste morir entonces al niño que habitaba,
confiado, en mi ser; luego, al adolescente
que se rindió al hechizo de tu luz misteriosa;
viste morir en mí también al joven
que quería ser tuyo y que te celebraba
con fervor en sus versos.
Ahora ves a este hombre cansado que te mira
con la emoción de siempre. Y un día, cuando vuelvas,
me buscarás en vano.
ELOY SÁNCHEZ ROSILLO
Alguna vez todos hemos soñado parecernos a Endimión, ser él mismo. Pero él contemplaba, se ve, otra Luna. Las rosas de la noche son para el que las roba.
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ResponderEliminarLa luna vino a la fragua
ResponderEliminarcon su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
Me gustan los canadienses
ResponderEliminarMe gustan los canadienses.
Son tan distintos de los americanos.
Se van a casa a la noche.
Sus cigarrillos no huelen mal.
Sus sombreros les quedan bien.
Creen de verdad que ganaron la guerra.
No creen en la Literatura.
Piensan que el Arte se ha exagerado.
Pero son geniales con los patines.
Alguno son muy ricos.
Pero cuando son ricos compran más caballos
que automóviles.
Chicago llama a Toronto una ciudad puritana.
Pero el boxeo y las carreras de caballos
son ilegales en Chicago.
Nadie trabaja los domingos.
Nadie.
Eso a mí no me enoja.
Hay sólo un Woodbine,
¿pero han estado alguna vez en Blue Bonnets? *
Si uno mata a alguien con un coche en Ontario
es probable que vaya preso.
Así que nadie lo hace.
Han habido más de 500 personas
muertas por coches en Chicago.
En lo que va del año.
Es difícil hacerse rico en Canadá.
Pero es fácil hacer dinero.
Hay demasiados salones de té.
Pero, claro, no hay cabarets.
Si uno le da a un mozo 25 centavos de propina
él dice “Gracias”.
En lugar de llamar al gorila.
Dejan que las mujeres viajen paradas en los tranvías.
Incluso si son bonitas.
Todos se apuran por llegar a casa a cenar
y a escuchar sus radios.
Son buena gente.
Me gustan.
* Woodbine Race Course, hipódromo de Toronto; Blue Bonnets Raceway, hipódromo de Montreal.
Ernest Hemingway
ResponderEliminar(Se me escapó ése PEQUEÑO detalle)
El romance de la luna es de Lorca, también se me olvidó, aunque imagino que ya lo conocias.
ResponderEliminarBesico.
Sí que lo conocía... jeje. Lo de Hemingway es porque creo que es su faceta más desconocida como escritor, la del poeta. Me resulta muy beat, pero también muy refrescante. Éste poema tiene una segunda parte, que se llama, lógicamente: "me gustan los estadounidenses"
ResponderEliminarUn besico para ti también