martes, 24 de mayo de 2011

NUEVA EDAD: EDAD TECNOLÓGICA

La vía de la revolución se compone de unos y ceros. ¿Por qué no le cambiamos el nombre ya a otra era? La era de la tecnología, de la comunicación, de la palabra escrita y de la imagen, de redes y nubes.

3 comentarios:

  1. Estoy contigo. Cada Nueva Edad trae su NovEdad... y su AnsiEdad, claro que sí. Recuerdo cómo la Edad Media pronto fue sustituída por la llamada Edad Pantys, mucho más cómodos y de nylon resistente, aunque -como siempre- tuviera sus detractores y sus nostálgicos, los abogados de la Edad Calzones, o del Leotardo de Algodón del Bueno, por ejemplo... Dicho sea de paso, son edades locas, como las modas, y duran tan poco que con razón las llaman BrevEdad. La BrevEdad del Calzón (lo recuerdo bien) radicaba en sus impedimentos logísticos, como cuando uno bebe demasiado. Entre la Alta Edad Media y la Baja Edad Media hubo una BrevEdad Media con Carreras Imposibles de Remendar, que rápidamente acabó en el olvido. Aunque hay más.
    Yo voto "aBríos", pardiez (dijo aquél frente a un bar cerrado, en los remotos tiempos de la EbriEdad), ¡creemos juntos nuestra edad! Una Edad sin mentiras, que nadie pueda apostillar de FalsEdad, pero en la que cada uno pueda quitarse los años que quiera, releñe. Una Edad que legar a nuestros descendientes con orgullo, una HerEdad, en la que en todo seamos parecidos a nostros mismos, sin ContrariEdad; una Edad de seria ligereza que jamás pueda clasificarse por los expertos como una SeriEdad o una GravEdad; una Edad, en fin, donde poder vivir el presente como lo que es: un regalo... Aunque sea una TontEdad.

    ResponderEliminar
  2. Perdone vuesa gracia mi torpEdad. Sé que abunda la necEdad en buscar la notoriEdad, pero póngase en mi cortEdad. Perdón otra vez: apiádese de mi poquEdad (quise decir: tenga PIEdad) y muestre con justEdad su venia (y no con su pie, le ruego). La oquEdad en que suponía mi cerebro no es más que desierto y sequEdad, un despoblado paraje de tosquEdad buscador de la fuente de toda salvEdad... ¿Por qué digo éso? En fin, no pudiendo -por precariEdad de pensamiento- demostrar más mi valía ¡mi vastEdad!, sirvame otra bastEdad para no pasar por pazguato. Pongo voluntariEdad en provocaros respuesta (os lo ruego: no vuestro zapato), para saciarme de vuesa misericordia ¡digo!, en que vivo porque no muero, y muero porque no vivo.
    En Madrid a fecha del día de N.S. de seissss de Junio de 2011.
    ¡Si Quevedo levantara el pescuezo!

    ResponderEliminar
  3. Si don Francisco levantara su fea y genial cabeza se quitaría su sombrero y te invitaría a unos vinicos!

    ResponderEliminar