martes, 19 de abril de 2011

VEMOS A TRAVÉS DE BOLAS DE CRISTAL

"Desenseñar a desaprender cómo se deshacen las cosas".
¡Qué gusto han tenido para doblar en Carne Cruda!
Lo pusieron el 09/02/2011
Recomendable.

7 comentarios:

  1. DEBO SER ALGO TONTO

    DEBO ser algo tonto
    porque a veces me ocurre que me pongo a hablar solo,
    y digo cosas locas,
    digo nombres bonitos de muchachas y barcos
    o títulos de libros que nadie ha escrito nunca.
    Debo ser algo tonto.

    Babeo, grito y lloro.
    Los verbos absolutos me llenan de ternura
    y esas vocales sueltas, inútiles, redondas,
    que vuelan para nada,
    me elevan boquiabierto hacia no sé qué gozos.
    Soy feliz y, por eso, también un poco tonto.

    (Gabriel Celaya)

    Un beso redondo y cristalino

    ResponderEliminar
  2. Un beso en homenaje al renacimiento de la tierra, de la vida, de momentos especiales, inocentes, como la hermosa infancia, interrogantes, como cada vez.
    Si dejáramos de preguntar, de sentirnos tontos, de descubrir... ¿Qué quedaría...?
    Bueno, quedarías tú, quedaría la emoción, quedaría...
    Me gusta sentirme tonta y nueva. Renaciendo cada vez...
    Otro beso redondo, como es el origen, cristalino, como es la magia. Y sincero, como es la infancia.

    ResponderEliminar
  3. Si fueras una palabra...
    Irías de mi corazón a mis labios lentamente, silenciosa y secreta, transparente. Pétalo a pétalo, abrirías sin fatiga tu pródiga existencia, como lumbre encendida en el hogar. Si pudieras ver cómo yo, hielo que se funde sin memoria, tiemblo lanzándome a lo alto, a despertarme del surco y la dolida alondra, la que olvidara toda la primera luz de la mañana, digo, si pudieras verlo, como alada que eres, rasgarías el aire en mis pulmones disfrazada de alimento, me devolverías mis íntimas estrellas.
    Si fueras una palabra, porque sé que brotas libre y desafiante, migrarías clandestina por cada una de mis setenta estancias. Y traspasada de claridad, y de blancas orillas, de resplandor total del día, darías un sitio nuevo a los mares que rompen en mi pecho, a la entraña abisal que me desaparece, un lugar no consumido por los incendios de la impaciencia ni las cenizas de la espera. Y mi lengua, qué me importa si dejara de ser mía, si tú fueras palabra, querrá ser la cuerda donde quedaran amarrados tus vestidos al final del día, y bien ceñida, tu más recóndita tersura, y tus aromas, y colores.

    ResponderEliminar
  4. Qué ganas locas me han entrado de pronto de ser palabra. Qué bello!!!

    ResponderEliminar
  5. Me agrada que te guste. Tu post del indio mestizo lo hizo salir casi del tirón. Es una suerte volverte a "ver", hacía mucho (podría decirte años) que no escribía nada, y ahora no paro de visitar tus blogs para darte la lata. Gracias por todo, Bélula, me alegra mucho recorrer contigo todos estos senderos.

    ResponderEliminar
  6. ¿Qué será mejor? ¿Plantear una duda entre dos certezas, o sembrar una certeza entre dos dudas?

    ResponderEliminar
  7. Buenooooo... Casi nada.
    Certezas ¿Cuántas hay?
    Yo prefiero volver a preguntar, es lo que nos queda; y será buena señal mientras hayan dudas para que no dejemos nunca de preguntarnos.

    ResponderEliminar