Delante está el carmín de la emoción.
Y al fondo de la vida,
por el suave azul nublado,
entre las cobres hojas últimas
que se curvan en éstasis de gloria,
la eterna plenitud desnuda.
(Y el agua una se ve más.
El color es más él, más sólo él,
el olor solo tiene un ámbito mayor,
el calor todo se oye más.
Y grita
en el aire, en el agua,
sobre el calor, sobre el olor, sobre el color,
ante el carmín de la pasión segunda,
la esterna plenitud desnuda.)
¡Armonía sin fin, gran armonía
de lo que se despide sin cuidado,
en luz de oro para luego verde,
que ha de ver tantas veces todavía,
ante el carmín de la ilusión,
la interna plenitud desnuda!
JRJ
emoción e...
ResponderEliminarpasión ex...
ilusión in...
...terna de plenitud desnuda.
No lo entiendo, lo siento. Este poema me parece críptico y engañoso. Intuyo un mensaje secreto agazapado entre los versos, una suerte de juego del escondite... peor para mí, que le he dado cien vueltas.
El cuadro en cambio me inspira. La clepsidra, el reloj de arena, nos aporta un rigor que no ofrecen los relojes de Sol, por ejemplo. Ésto me sugiere. Mirándonos así en el tiempo, me da que envejecemos a fuerza de gravedad; y es lo mismo que provocara la caída del ángel más bello (supuso Chesterton). Gravedad es tomarnos a nosotros mismos demasiado en serio.
¡Gracias por este regalo!
Sí, es muy grave tomarnos en serio, jejeje!
ResponderEliminarJuan Ramón Jimenez pasó muchas etapas y, aunque él terminó buscando la poesía desnuda, a veces está más vestido que todos los surrealistas juntos.
Los humanos podemos ser también contradictorios.
Forma parte del juego.
Un besico!